domingo, 30 de diciembre de 2007

Los deberes de Mario VI: Una esperada visita

Nerviosa y a la expectativa. Así es como estaba Alicia sentada frente a la pantalla de su ordenador. Sabía que vendría, pero no sabía la hora con exactitud, la incertidumbre sobre el momento y la espera obraban en ella a modo de acelerador de sus emociones, de su excitación y de sus ganas de ser poseída por Mario. Estaba desnuda, con las piernas abiertas y de puntillas para que los tacones de aguja infinita no se clavaran sobre la endeble tarima. Sólo un collar de perlas blancas adornaba su cuello y llegaba juguetón hasta su ombligo. La melena suelta cubría sus hombros de forma caprichosa y las puntas le producían cierto cosquilleo sobre su espalda. En la pantalla de su ordenador, el video que Mario le había dejado una hora antes: desnudo, masturbando su miembro y con órdenes precisas para ella. Alicia miraba el reloj del ordenador, tenía que estar a punto de llegar, notaba su sexo vivo y húmedo, sus pezones duros y la fina piel de sus aureolas erizada por el deseo.

Oyó el ruido de unas llaves y una puerta cerrándose bruscamente. El sonido de unas decididas pisadas subiendo las escaleras aceleró su corazón y el olor de Mario, no cabía duda de que era él, hizo que todo su cuerpo reaccionara y se pusiera en guardia. Sintió los labios de Mario besando su cuello, acariciándolo dulcemente al principio para morderlo con crudeza después. Alicia notaba cada uno de los dientes clavándose en su yugular, le dolía, pero a la par le excitaba. Mario rodeaba sus pechos con ambas manos y jugaba a oprimirlos y a juntarlos entre sí.

Bruscamente, giró la silla donde se sentaba Alicia y se encontró frente a frente con él. Mario llevaba unos pantalones vaqueros, una camiseta blanca y colgaba de uno de sus bolsillos una cuerda que sacó de inmediato. Tocó con la maroma el cuerpo de Alicia, utilizando un extremo para rozarle cada centímetro de su piel hasta llegar a su sexo y recrearse en él acariciando sus labios y abriendo su vulva con ayuda de los dedos. Era áspera y dura, sintió el grosor de su punta entrando levemente en su sexo. La excitación de Alicia se avivó en esos instantes y quiso ayudarse de una de sus manos para deslizarla aún más entre sus piernas, pero Mario se la apartó de un manotazo. Bajó la cremallera de sus pantalones mientras las primeras palabras salían de su boca: “Si quieres estar entretenida, diviértete con esto en la boca” Sacó su verga y la metió en la boca de Alicia. Insalivaba con profusión y en un instante, la sequedad de su miembro desapareció. Alicia se afanaba con tesón en darle placer mientras Mario ataba a la silla a Alicia convenientemente, haciendo que la soga siguiera un insinuante camino por su cuerpo, agarrando sus pechos y pasando entre sus piernas, haciendo que la cuerda quedara morbosamente aprisionada entre sus labios mayores. Alicia se acostumbró a la tosquedad de la misma y comenzó a sentir un placer exquisito por tenerla en tal lugar. Oprimía sus músculos vaginales y se rozaba con la silla para sentirla más aún. Su clítoris estaba abultado y los fluidos que su sexo empezaba a producir profusamente comenzaban a mojar la cuerda irremediablemente. Las comisuras de sus labios pintados de rojo oscuro brillaban por la saliva que resbalaba fuera de su boca en cada entrada y salida que Mario asestaba con su polla. “Así mi puta, cómetela entera” Alicia engullía el instrumento duro e hinchado de Mario, cada vez a mayor ritmo, mientras friccionaba su coño salvajemente con la cuerda. La verga en sus fauces ahogaba sus gemidos mientras sentía sus pechos estrangulados por la cuerda.

Sintió su boca llenarse aún más, la polla de Mario se endureció y se hinchó hasta estallar en un fulminante orgasmo que llenó de semen el paladar de Alicia, no dando abasto a tragarlo y resbalando en parte por fuera de sus labios. Una explosión siguió a la otra y Alicia percibió la maroma latiendo entre sus muslos. Alicia hizo un gesto a Mario con los ojos, suplicando que la desatara, pero Mario le guiñó un ojo y sonriendo, movió su cabeza de izquierda a derecha...


2 comentarios:

Dragon Ball GH dijo...

Alice me pones cachondo, y más si visitas mi blog.

http://dragonballgh.blogspot.com/

protón y electrón dijo...

Muy sensual Alice. Buen relato.